TRONO DE PROCESIÓN
Las imágenes titulares de nuestras hermandades de pasión y gloria, aparecen exaltadas en altares móviles que recorren calles y plazas de nuestro urbanismo procesionista. En muchas ocasiones adquieren tal notoriedad que llegan a eclipsar al verdadero icono devocional y toman carta de naturaleza hiperbólica con grandes empresas realizadas en madera tallada o en metal cincelado y repujado.
Nuestra imagen mariana sale en procesión cada mes de octubre sobre un escabel o trono de gloria interpretado en clave barroca por el desaparecido Manuel Toledano Vega quien en 1993 proyectó un sueño en madera de cedro. La fatalidad del destino quiso que terminando los perfiles de la peana, sufriera un accidente que provocó la amputación de varias de sus falanges por lo que nunca llegó a terminarlo en su totalidad. Sería otro artista local, Rafael Ruiz Liébana quien feneciera el proyecto y lo enriqueciera con la iconografía mariana y hagiográfica que preside las capillas de sus paneles ornamentales. Del mismo modo, completó la talla de sus paramentos así como consiguió el actual dorado realizado con pan de oro de máxima calidad en el año 1998.
En su discurso visual se pueden vislumbrar las siguientes imágenes que presiden las hornacinas talladas en sus paños constructivos:
– Frontal, reservado a la patrona de la Diócesis, Santa María de la Victoria.
– Trasera, la titular mariana, la Virgen del Carmen.
– Laterales; la Virgen de las Angustias como titular de la sede canónica y San Juan de la Cruz, imagen que recibe culto en la otra parroquia del barrio.
– En las esquinas se disponen imágenes de gran calado devocional en el Palo: Cristo de Medinaceli, la Inmaculada Concepción, Sagrado Corazón de Jesús y San Antonio abad.
El trono se desarrolla en un lenguaje historicista pulsado en clave barroca. Elevado sobre una serie de baquetones lisos, se proyecta un paño horadado de perfil sinuoso cóncavo-convexo con cabezas de querubes en su eje de composición. Las hornacinas que alojan las imágenes referidas se enfatizan en sus laterales con sigmas de trazo curvilíneo para rematar en frontones con veneras de clara ascendencia clásica.
Sorprende el acabado de la talla así como la resolución de su planta en un acabado muy correcto en proporciones y ornamentación. Completa su discurso visual la peana tallada y dorada en madera también de cedro y profusamente decorada con motivos vegetales y geométricos. Dos querubines alados cierran el entorno en su plano trasero, colocándose a los pies del manto.
MANTO DE PROCESIÓN
Aproximadamente se cree que esta pieza tan destacada del ajuar de la Virgen, está realizada por las hermanas del colegio Ángeles Custodios del barrio vecino de Pedregalejo en los años 30 del pasado siglo, respondiendo sus características a los típicos bordados conventuales del siglo XIX en Málaga. Cuando se reorganizó la Hermandad se encontró en un estado de conservación lamentable por lo que fue pasado a un nuevo tejido en 1996 por el bordador local, Manuel Mendoza.
El manto tiene un ancho de 3,25 y un largo de 2,45 metros. Sigue un sencillo diseño barroco de hojarascas, roleos, rosas y azucenas. Las piezas están realizadas en hilo de oro fino con una calidad excepcional. Destaca en el centro de esta pieza el anagrama del Avemaría rematado por una corona de realeza, salpicado con una serie de ramitos de flores a su alrededor. El actual tejido es denominado raso de torero en color celeste.
Todo el perímetro del manto está rematado por un hermoso encaje de oro que tanta elegancia le da al conjunto. A juego con el manto, tenemos la saya bordada en oro y de la misma época. Esta saya en su última restauración fue pasada a un tisú de plata color rosa. Un conjunto magnífico por su antigüedad y maestría, que sirve para realzar aún más si cabe la belleza de la Patrona de El Palo.