
Con la llegada del estío y una vez entrado el mes de julio, Nuestra Señora del Rosario se presenta en su Altar ataviada con terno de tisú color champán y manto de damasco color salmón. El Bendito Niño luce traje de color blanco con sardineta. De este modo, nuestra Madre recibirá a todos los devotos que se acerquen hasta su sede canónica y a todos los que con motivo del período vacacional se desplacen hasta nuestro barrio.
Una vez más, el trabajo de vestir a nuestra Titular ha sido realizado de manera sublime por su vestidor D. Javier Nieto Mogaburo acompañado del cuerpo de camareras de la Hermandad.